Una broma tan aterradora como ésta no la puedo clasificar de “humor”, sino del último paso para que ocurra algún día una desgracia real en algún show televisivo del estilo al que emitió este vídeo y es que hay que tener un corazón a prueba de bombas para resistir esto.
La inocentada en cuestión consistía en que alguien se metía en un ascensor con una cámara oculta en el que simulaban un corte de electricidad que dejaba el habitáculo a oscuras, momento en que una niña actriz que encarnaba un fantasma aprovechaba para introducirse por una puertecilla y se colocaba al lado de la víctima. La luz se encendía con el ascensor parado desvelando la espeluznante visión del espectro que estremecía a las pobres personas que eran objeto de la broma. Pero el momento cumbre llegaba cuando la niña rompía el silencio con un estremecedor grito que producía la histeria a las pobres víctimas.
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